Ante los nuevos desafíos empresariales que demanda el siglo XXI, no puede seguir existiendo el mismo tipo de liderazgo ni los mismos entornos laborales. Se requiere de personas más humanas, que sean capaces de afrontar la responsabilidad de iniciar con el cambio, que lo visualice como una oportunidad para diseñar un modelo nuevo, que beneficie tanto a los colaboradores como a las empresas. Y, por supuesto, que apueste por el talento, la innovación y el trabajo cooperativo.
Forbes describe el liderazgo humano como "un liderazgo integral que atiende la parte física, intelectual y espiritual de los seres humanos". Y debes averiguar lo que puedas acerca de este modelo, pues muchas empresas aspiran a obtener este tipo de líderes en la actualidad.
La clave de este tipo de liderazgo es la de poder entablar una relación cercana con las personas, ya que esto conlleva un mayor bienestar en el equipo de trabajo, además de incrementar el compromiso del colaborador hacia la empresa.
No se trata de la obtención de resultados sin importar el costo. Las relaciones humanas han cobrado una mayor importancia en las dinámicas laborales, por lo que elementos como el liderazgo humano han dado pie a nuevos modelos empresariales.
La horizontalidad se está incorporando con fuerza a las estructuras organizacionales, con el objetivo de establecer relaciones de colaboración que aporten beneficios para todos.
Este estilo de liderazgo humanizado busca impulsar direcciones cooperativas, en las que fluya la información sin ningún tipo de inconveniente, de forma multidireccional. Y, por supuesto, cumpliendo con los objetivos establecidos previamente, tanto generales como específicos.
El objetivo principal del liderazgo humano pasa por crear un ambiente de trabajo, basado en la confianza mutua, en el cual exista un pensamiento principal: el todo es más que la suma de sus partes.
Las organizaciones están aplanando las estructuras para lograr un involucramiento mayor de los colaboradores, donde los líderes son generadores de ideas, promueven la comunidad e inspiran al equipo.
Según Josh Bersin Company, el liderazgo muestra una clara evolución de centrarse en el negocio a centrarse en lo humano. Las empresas están cambiando de ruta, van de concebir a los colaboradores como medio a concebirlos como propósito.
– Inspiración, competencias, empoderamiento, relaciones.
– La ejecución exige innovación todos los días.
– Aprender de los problemas para involucrar a la organización.
– Humilde, empático, mentalidad de crecimiento.
– Centrado en el exterior, escuchando a los clientes y al mercado.
– Buscar perfiles diversos, abiertos a nuevas personas.
Centrado en el pensamiento sistémico, por qué ocurren problemas.
– Visión, metas y perspectivas de crecimiento.
– Impulsado por el propósito, la misión, el valor y la pasión.
– Cambio iterativo, serie de pequeños pasos medibles.
No es casualidad que el líder humano está teniendo tanta influencia en la actualidad. Hay razones lógicas y prácticas que avalan este tipo de conducta.
La consecuencia principal de ejercer el liderazgo humano es que hay mayor opción de captar y retener el talento de tu empresa.
Los líderes humanos tienen el deber de impulsar a los empleados a ofrecer la mejor versión de sí mismos, a promover sus capacidades de aprendizaje y, por supuesto, a buscar siempre la satisfacción de haber realizado un buen trabajo.
Además, este liderazgo igualitario debe impulsar la creación de un entorno donde exista:
La capacidad para asumir riesgos y poder adaptarse con mayor facilidad.
Innovación y creatividad.
Una vinculación de los miembros del equipo de trabajo con el objetivo de la empresa (es decir, mayor sentido de pertenencia hacia la compañía).
Una mayor conexión entre el líder y el equipo, donde se piense en el bienestar mutuo.
Un aprendizaje continuo (no jerárquico, como lo era en los entornos laborales tradicionales), donde se promueva la convergencia de conocimientos entre los integrantes del equipo.
Mayor empatía, entendiendo que cada miembro del equipo de trabajo necesita su espacio y oportunidades en las cuales pueda crecer y desarrollarse como individuo.
Un respeto mutuo, donde los canales de comunicaciones estén abiertos y se permita la fluidez en las ideas y la socialización libre entre los colaboradores.
Más oportunidades para que las personas tomen sus propias decisiones y siempre tengan voz en las distintas actividades y acciones empresariales.
Un sentimiento de pertenencia, en el cual las personas se sienten como miembros valiosos de la empresa.
Si un líder humano es capaz de promover un entorno de trabajo con estas características, los resultados no se harán esperar e impulsarán la compañía hacia el éxito a mediano y largo plazo.