Lograr desarrollar las competencias de los empleados para impulsar la productividad de la organización implica definir una estrategia integral que comprenda diversas técnicas y herramientas.
Al hablar de competencias laborales se habla del conjunto de habilidades y destrezas que permiten a un empleado llevar a cabo, con éxito, las actividades y funciones que le corresponden en el cargo que ocupa. Es su capacidad para alcanzar los resultados proyectados.
Es una actividad en la que a un colaborador se le asigna, de manera temporal, otro puesto que no es el propio y que puede ser de otra área. Cuando los empleados ponen a prueba sus competencias en un nuevo ámbito, se pueden detectar sus fortalezas y las áreas de mejora que le permitirán ser un profesional más completo y competente.
Cuando los empleados se involucran en el desarrollo de un nuevo proyecto ponen a prueba sus competencias profesionales y aquellas habilidades sociales que son necesarias para alcanzar los objetivos que tiene el proyecto.
El mentoring es una metodología en la que se establece una relación entre dos personas. Una tiene gran experiencia y conocimiento en un campo en particular y la otra busca adquirir ese conocimiento. Este método mejora la habilidad para resolver problemas y asegura la transferencia de aprendizaje.
Tiene como objetivo desarrollar las capacidades de los empleados a través de actividades específicas que son elegidas entre jefes y colaboradores para asegurar su crecimiento profesional.