Los líderes directos deben tener una gestión que englobe empatía y comunicación asertiva, de tal forma que brinden la confianza necesaria a los empleados de decir lo que les sucede en los momentos complicados, y así brindarles la ayuda necesaria.
El estrés laboral es una de las tareas más complicadas que los líderes deben de enfrentar dentro de su gestión, ya sea por las largas jornadas, la presión constante o la falta de apoyo emocional, esto hace que muchos colaboradores experimenten síntomas de burnout, una situación que puede derivar en la perdida de talento, o bien, en una disminución en la productividad.
Un hecho que, de no atenderse o abordarse de la forma adecuada, puede derivar en problemas serios para el negocio. El estudio, “Cómo crear una cultura de bienestar”, realizado por Qualtrics, señaló que el 58% de los empleados afirma que su trabajo es la fuente principal de sus problemas de salud mental y 32% reconoce que no se siente con la energía suficiente para realizar las tareas de su empleo.
Combatir el burnout debe ser una tarea en conjunto, de los líderes con la empresa, para que se tomen las acciones adecuadas que ayuden a mejorar el bienestar de los equipos; sin embargo, para que esto se pueda aplicar, los jefes directos deben tener una gestión asertiva que les permita estar cerca de los colaboradores, un liderazgo que englobe empatía y comunicación asertiva, de tal forma que le brinde la confianza necesaria a los empleados de decir lo que les sucede en los momentos complicados y así brindarles la ayuda necesaria.
“Las empresas que priorizan el bienestar de sus empleados y toman medidas proactivas para abordar el burnout no sólo pueden mejorar la salud y felicidad de su fuerza laboral, sino que también pueden cosechar los beneficios de una mayor productividad, retención de talento y reputación positiva en el mercado laboral. En última instancia, enfrentar el burnout es una inversión en el futuro tanto de los empleados como de las empresas en sí”, mencionó Candelaria Alcorta, gerente regional de Bonda.
Dentro de las medidas que se pueden emplear dentro de una organización, Bonda propone cinco puntos que pueden ayudar a prevenir los síntomas del burnout:
Reparto de labores: Repartir las cargas de trabajo de forma adecuada es importante para poder generar un ambiente de bienestar, la claridad en las actividades evitará mal entendidos y ayudará a que se respeten los horarios laborales.
Promover la cultura del equilibrio: Fomentar políticas que permitan a los empleados desconectarse fuera del horario laboral, así como la promoción del uso adecuado de los días de vacaciones.
Fomentar la comunicación abierta: Crear un ambiente en el que los empleados se sientan cómodos expresando sus preocupaciones y necesidades, y brindarles canales para solicitar apoyo y recursos cuando sea necesario.
Ejemplo y consistencia: Las acciones dicen más que mil palabras, predicar con el ejemplo es fundamental para que un equipo desarrolle confianza en la institución y sus líderes, pues sabrán que hay una ética establecida de trabajo.
¿Quién ayuda a los líderes?
El burnout no es exclusivo de los colaboradores, los líderes están propensos a padecerlo y por supuesto transmitir ese malestar a sus equipos, por lo que las empresas deben de estar atentas para brindarle a sus dirigentes las herramientas necesarias para que puedan gestionar a los empleados de mejor forma.
Entre las acciones que se pueden implementar están las capacitaciones constantes, cursos y evaluaciones que les permitan medir su estado de ánimo.
Una investigación de Gallup señaló que el 64% de los jefes en mandos medios reconoce que este año sus colaboradores han recibido responsabilidades adicionales, 51% afirmó que hubo una reestructura en los equipos; otro 42% destacó que han enfrentado recortes presupuestales como parte de los cambios organizacionales.
Los constantes cambios de dirección que la empresa debe tomar por la variación de los mercados y la presión por mantener el ritmo en la productividad pone a los líderes en una posición compleja, es por eso que deben prepararse mentalmente de forma adecuada, ya sea acercándose a un coach o tomando terapia.