Debido a que las personas son las responsables de impulsar los cambios y agregar valor dentro de una empresa, el capital humano debe ser considerado como el mayor activo de una organización.

El primer paso para desarrollar proyectos que permanezcan en el tiempo es estar en línea con las tendencias actuales de la gestión del talento y la generación de climas laborales adecuados.

“Gestionar correctamente a la gente es fundamental, pues ellos toman las decisiones y gestionan los recursos económicos y financieros de acuerdo a su pericia. Es un punto trascendental”, asegura Hernán Mojoli, Magister en Dirección Comercial, con más de 20 años de experiencia en distintas áreas de negocio, liderando equipos de alto rendimiento y proyectos estratégicos en el área comercial, marketing, ventas y capital humano.

El capital humano es el valor tangible y diferencial de toda empresa. El saber, la excelencia, la experiencia y las habilidades de los colaboradores son parte fundamental de la cadena de valor de todo negocio”, asegura el experto.

 

Gestionar capital humano en el contexto actual

El ritmo de cambio de los mercados provoca que tanto los negocios como las personas estén inmersas en una continua reinvención. Todos nos estamos adaptando y reconvirtiendo. Flexibilidad y agilidad son dos de los factores claves del momento.
Principalmente para los departamentos de Recursos Humanos, que se encuentran frente a la doble tarea de tener que gestionar su propio cambio y el de todos los colaboradores de sus organizaciones. El desafío no es menor y para poder asumirlo con éxito es importante adquirir las competencias necesarias.

“Los cambios han sido muchos y variados. Tanto por contextos externos, como la tecnología, el teletrabajo, la importancia de la sustentabilidad, y la economía -cada día más globalizada-. Así como también por los cambios generacionales, la importancia de la diversidad, la adaptabilidad al trabajo y el liderazgo remoto”, explica Victoria Guerrico, quien cuenta con un Máster en Dirección Estratégica de Recursos Humanos.

“Si bien el área de RH siempre ha sido un socio estratégico de la dirección, el contexto actual requiere que se encuentren a la vanguardia y trabajando la sinergia con todas las áreas, para hacer más eficiente la aplicación de políticas y procesos de gestión del talento y del cambio”, completa Guerrico.
 
Las exigencias para gestionar gente se ve afectada por todos estos cambios, requiriendo una dinámica muy marcada, y sobre todo desaprender y aprender de un modo más acelerado”, agrega la especialista, con amplia experiencia liderando equipos multidisciplinarios y desarrollando proyectos de formación en áreas de capital humano y estrategia comercial de empresas multinacionales.
 

Principales desafíos para la gestión del capital humano

Para Hernán Mojoli, el principal desafío es el liderazgo y el trabajo en equipo de manera remota, aplicando las mejores prácticas según cada negocio, para hacer de la nueva metodología de trabajo un proceso de mejora continúo.
Como uno de los especialistas que dicta la Diplomatura en Capital Humano de la UTN.BA, considera fundamental trabajar:
  • desde un ángulo de recursos físicos y económicos, para beneficiar el teletrabajo

  • desarrollando la empatía social y la adaptabilidad.

Es un gran momento para trabajar las jerarquías de manera horizontal, generando un genuino compromiso por los resultados, más allá de las tareas rutinarias y tiempos de oficina a los que estábamos acostumbrados”, analizó el experto.

Tendencias 2022 en Capital Humano

Consultamos diferentes reportes que analizan las perspectivas del mundo laboral para los próximos meses, realizados por ORH – Observatorio de Recursos Humanos y Deloitte (publicado en BusinessTrend), y a partir de ellos sintetizamos 10 tendencias:

 

1. Tecnología con impacto transversal en todos los procesos vinculados a la operación: Gestión de talento, reclutamiento, pago de nómina, evaluación de desempeño, onboarding. La incorporación creciente de la Inteligencia Artificial plantea la necesidad de que seres humanos y máquinas trabajen juntos de manera productiva.

 
2. Aprendizaje escalable: Para mejorar las habilidades y competencias de los equipos, identificando las necesidades puntuales de cada colaborador en el momento justo.
 
 
3. Home office: Esta modalidad laboral continuará vigente en 2021 y frente a ello es importante que las organización desplieguen estrategias de ‘employer branding’, para mantener la motivación, promover el sentido de pertenencia, recompensar la creatividad, fijar objetivos y tener una comunicación directa.
 

4. Bienestar laboral: Se considera que empleados contentos es sinónimo de personas saludables y más productivas, fieles a la empresa, comprometidas con objetivos globales a largo plazo y dispuestas a permanecer durante períodos de tiempo extendido.

 
 

5. Trabajo colaborativo: Se profundizará, mejorará su práctica, será más frecuente, y se desarrollaran nuevas reglas de usabilidad.

6. Nuevos liderazgos: Deberán ejercerse a distancia (en muchos casos) y estarán más cercanos al coaching que al ejercicio de la autoridad. Se dejarán de lado los personalismos y se premiará a quienes den espacio para el crecimiento, la confianza y la creatividad de sus colaboradores.

7. Pertenencia: Los resultados de una encuesta de Deloitte refuerzan que esta es una preocupación para el 79% de los encuestados. El 93% dijo que impulsa el desempeño organizacional.
 
8. Equipos multigeneracionales: Por primera vez en la historia cuatro generaciones coinciden en un ámbito de trabajo (baby boomers, generación X, millennials y centennials). La clave estará en saber aprovechar el valor agregado y fortalezas que puede aportar cada una de ellas.
 
9. Diversidad: Este concepto se está asociando cada vez más a la productividad y competitividad de las organizaciones. Todavía hay un extenso camino por recorrer, ya que según una infografía de Michael Page solo el 4% de las organizaciones tienen a la diversidad entre sus prioridades. Pero comienzan a identificarse políticas corporativas de Capital Humano orientadas a la inclusión de género, edad y discapacidad.

10. Gestión del Talento: Se buscará vincular más el conocimiento a la acción y al fomento de la innovación, y se realizarán esfuerzos para permitir la reconversión de colaboradores (adquisición de nuevas habilidades laborales).

 
 

¿Cómo formar equipos de alto rendimiento comprometidos?

Victoria Guerrico, una de las expertas que dicta la Diplomatura en Capital Humano de la UTN.BA, asegura que es posible y comparte algunas buenas prácticas para lograrlo:

  • Tener mucha claridad de la estrategia del negocio de cada organización y crear una visión compartida con el equipo.

  • Los objetivos estratégicos deben decantar en objetivos operativos bien claros, que deben ser medidos en resultados cuantitativos y cualitativos de cada colaborador.

  • La comunicación sincera dentro del equipo es fundamental. Todos deben comprender el mismo norte y compartirlo en sus comportamientos diarios, deben recibir continuamente feedback de cómo se están desempeñando, y tener observaciones constructivas de cómo ser cada día mejor en su rol.

  • El compromiso se logra cuando es recíproco, de líder a liderazgo y viceversa. Y todo el equipo y todos los equipos comprometidos con la estrategia del negocio.

 

¿Qué competencias debe tener un líder de RRHH?

Ser líder en tiempos de transformación implica:
  • Adaptarse a las nuevas exigencias que plantea una realidad dinámica e incierta.

  • Comprender el contexto con el que se debe lidiar.

  • Empatizar con las circunstancias de las personas con las cuales se tienen objetivos comunes.

 

Las habilidades necesarias para ejercer un liderazgo efectivo en los tiempos actuales no son exactamente las mismas que se requerían hasta fines de los años más recientes. Hoy se consideran competencias esenciales las siguientes:

  • Compromiso con la verdad: el componente ético está creciendo con fuerza.

  • Gestión del cambio: capacidad para asumir la transformación organizacional, con flexibilidad y agilidad.

  • Visión estratégica y capacidad para planificar frente a lo inesperado.

  • Capacidad de desarrollar a otros, permitiendo que todos los miembros de un equipo mejoren su desempeño.

  • Empatía: poniéndose en el lugar de los demás, comprendiendo sus preocupaciones y dando solución a sus problemas, para lograr los objetivos propuestos.

  • Resiliencia: para adaptarse o recuperarse de la adversidad, ayudando a todos sus colaboradores a transitar el camino de la reconversión o la superación.

  • Comunicación precisa y eficiente, trasmitiendo con claridad, escuchando e incrementando la interacción.

  • Motivación para el logro de resultados: inspirando, canalizando la energía y el potencial del equipo.

  • Perspectiva diversa: fomentando la igualdad de género y la diversidad (incluyendo edad y discapacidad).

  • Visión de servicio: dirigir y servir de guía a su equipo durante un proceso hasta que se cumpla el objetivo marcado, asumiendo riesgos y responsabilidades, tomando decisiones, rectificándose y recompensando.

 
También es importante destacar que hoy es importante ejercer un liderazgo basado en comportamientos. Quien lidera debe ser la primera persona en cumplir con las medidas que solicita realizar a su equipo.
 

 
  Esta noche fue escrita por Cuponstar, en conjunto con Centro de e-Learning UTN BA.
 
 
 
Luciana Psenda
Licenciada en Comunicación. Marketing & PR Manager de Bonda, plataforma de beneficios líder en LATAM.
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