Pocas cosas son tan costosas y perjudiciales para una empresa como el hecho de perder a un buen empleado. Los jefes tienden a justificar estas partidas con causas como un –mercado laboral competitivo–, sin embargo, la mayoría ignora la verdadera razón: las personas no dejan los trabajos, renuncias a sus jefes.
Aunque cada empleado vivirá diferentes escenarios y cada renuncia es particular, hay cinco motivos que juegan un papel importante: ¡Descúbrelos!
Las personas no dejan los trabajos, renuncian a los jefes.
Travis Bradberry, experto en inteligencia emocional.
Estudio indica que el 75% de los motivos de las renuncias se relacionan con los gerentes o jefes directos.
Uno de los retos de Recursos Humanos es contratar personas laboralmente estables, ya que de esta manera se disminuye el marco de renuncias.
Sin embargo, éstas son inevitables y hay que hacer énfasis en las que provienen de buenos elementos, ya que la calidad de su trabajo y compromiso no permiten entrever que están próximos a tomar esta decisión.
La lógica se inclinaría a considerar que esta decisión se debe a una mejor propuesta salarial, sin embargo, un estudio realizado por Gallup expone que el 75% de las renuncias se debe a motivos que implican directa o indirectamente a los gerentes o jefes directos.
El desglose del estudio indica que los motivos que prevalecen, aunque en menor medida, son:
= Crecimiento profesional – 32%
= Sueldos y prestaciones – 21%
= No encajar en el puesto – 20%
= Ambiente de trabajo – 17%
= Flexibilidad en el horario – 8%
= Seguridad en el trabajo – 2%
Una investigación de la Universidad de California junto con un estudio del Consejo de Liderazgo Corporativo a más de 50.000 personas, muestra que un empleado motivado es 31% más productivo, tiene más ventas en un 37%, y es tres veces más creativo que los empleados que están desmotivados. Además, es menos propenso a renunciar en un 87%.
La investigación de Gallup citada anteriormente, muestra también que el 70% de la motivación de un empleado es influenciada por su líder. Este es el punto en donde se deben enfocar los esfuerzos como organización, trabajando en mejorar los liderazgos y evitar acciones como las 5 que se mencionan debajo.
Aunque cada empleado vivirá diferentes escenarios y cada renuncia es particular, hay cinco motivos que juegan un papel importante:
Es común dejarles más tareas a los buenos empleados, valiéndose del buen desempeño y considerando que así se demuestra mayor confianza. Sin embargo, ocurre lo contrario porque se sobrecarga a las personas, las cuales pueden sentir que no tienen apoyo para sobrellevar la enorme carga.
La falta de reconocimiento genera que los empleados sientan que ellos y su trabajo no son valorados, generando incomodidad y desinterés. Y con esto no se hace referencia a festejos, sino simplemente destacar la labor y permitirles saber por qué son importantes.
Más allá de ser buenos empleados, se trata con personas, detalle que algunos jefes olvidan; por lo mismo, no hay apoyo para que puedan afrontar situaciones adversas.
Así se trate de una oportunidad de crecimiento, aumento de sueldo o aprobación de determinados días de vacaciones, estos aspectos terminan por agotar a los empleados, quienes, además, dejan de confiar en sus jefes.
Los buenos empleados siempre buscan dar lo mejor de sí mismos, con el objeto de tener la oportunidad de seguir crecimiento; sin embargo, cuando son limitados o no los consideran para ciertos proyectos, sus ánimos decaen y empiezan a analizar si están en el lugar correcto o si deben buscar una opción.