El nuevo paradigma laboral ya es una realidad. La transformación digital, el teletrabajo y la utilización de herramientas colaborativas para hacer más sencillo y eficaz el trabajo en equipo, han llegado para quedarse. Pero, ¿están los líderes de equipos preparados para los cambios que se están incorporando en las compañías?

Para el director de Recursos Humanos que provenía de métodos tradicionales de trabajo ha sido casi como empezar de cero. O quizá no tanto, pero sí que ha supuesto una profunda redefinición de su perfil profesional y una rapidísima adaptación a las demandas y los retos del nuevo escenario.

Los cambios han sido muchos y a veces tan rápidos que ni siquiera los profesionales del área han podido asimilarlos. Veamos algunos de los más importantes:
  • Comprensión de la filosofía corporativa: en el nuevo contexto, el área de Recursos Humanos no puede operar de forma aislada. Sus responsables deben comprender la filosofía corporativa de la empresa (valores, principios, misión y visión) y a partir de ahí diseñar sus estrategias.

  • Visión estratégica de su labor: todo lo que se decida en esta área tendrá incidencia directa en los distintos departamentos de la empresa. Es decir, su función será estratégica, pues afecta tanto a quienes están en los altos niveles corporativos como a quienes se ubican en los planos inferiores.

  • Gestión del talento: no basta con seleccionar y contratar personal; ahora, además, es necesario diseñar estrategias para potenciar el talento de aquellos trabajadores que ya forman parte de la empresa y, a la vez, atraer a otros que provengan de sectores afines y que aporten valor al conjunto de la compañía.

  • Diseño mejores planes de desarrollo profesional: Recursos Humanos es un área que mira el interior de las empresas. Sabe que los trabajadores son su principal inversión y por eso ofrece alternativas de promoción interna y sistemas de incentivos accesibles y justos. La idea es que cada uno encuentre el sitio que le haga mejor profesional y como pieza de un engranaje más amplio.

  • Ampliación de los criterios de rendimiento: el rendimiento, una de las principales preocupaciones de esta área, ya no es sólo una cuestión de números, datos y recursos empleados. Ahora se ha incorporado la palabra bienestar, que supone otros como la motivación, la comunicación, el estilo de liderazgo, etc.

Los modelos tradicionales de liderazgo han quedado atrás. Los trabajadores ya no tienen como fin último ganar dinero a fin de mes, sino que necesitan sentirse realizados y buscan otro tipo de incentivos para dar lo mejor de sí en el desarrollo de cualquier proyecto. Para estar al frente de un equipo con éxito, se necesitan hoy nuevas habilidades. La empatía, la motivación y la capacidad para fomentar el trabajo en equipo deben ser los pilares de los nuevos modelos de liderazgo que deberíamos implantar en las empresas.

 
 

¿Cómo ser un líder en Recursos Humanos?

Estos cambios nos dan una idea de los retos a los que se enfrenta un líder de Recursos Humanos en la actualidad. Por ello, hemos preparado una lista con varias claves que deberías tener en cuenta si lo tuyo es desempeñarte en esta área. Veamos:

1) Promueve cambios positivos en el personal:

Tu objetivo central como director de Recursos Humanos es la mejora continua. Tanto los grupos de trabajo como las personas siempre pueden superarse. Tu área busca justamente eso: aumentar el rendimiento y la productividad sin que esto sea un obstáculo para el bienestar de los trabajadores. Recuerda, todo lo que suponga una mejora te interesa y no debes escatimar esfuerzos en lograrlo.
 

2) Fomenta el sentido de pertenencia:

Muchas empresas fracasan en la práctica porque no tienen un vínculo fuerte que les una. Los trabajadores no se sienten parte de ella. Tu labor será encontrar esos vínculos y fomentar el sentido de pertenencia para que la empresa gane como unidad. Todo lo que hagas debe aspirar a este propósito.
 

3) El bienestar de los trabajadores, ante todo:

El factor humano es lo tuyo. De las cuentas, los beneficios y las inversiones ya se ocuparán otros jefes de departamento. Por ello, debes procurar que todas las decisiones que tomes desde tu cargo resalten la condición humana como centro de cualquier metodología o estrategia, y tratar que los demás entiendan su impacto e importancia en el conjunto de la compañía.
 

4) Utiliza indicadores de medición/evaluación:

Un buen director de Recursos Humanos no se limita a delegar funciones para que otros las apliquen. Si bien debe apoyarse en sus propios colaboradores o en otros de departamentos afines, tiene que mantenerse al tanto de la evolución de los procesos. Por ejemplo, si la idea es evaluar el impacto de un nuevo canal de comunicación interna, habrá que definir indicadores para saber si éste ha dado los resultados esperados o si, en cambio, no ha estado a la altura de lo previsto. La medición, el análisis y el seguimiento también forman parte de tus funciones.
 

5) Apóyate en herramientas tecnológicas:

Emplea las distintas herramientas que nos ofrecen las nuevas tecnologías para llegar a quienes te propones. No sólo a nivel interno, sino también en el plano exterior. Ahora mismo, la gran mayoría de directores de Recursos Humanos usan las aplicaciones móviles y las plataformas para el reclutamiento de talento y los procesos de selección de personal.
 

6) Liderazgo, confianza, seguridad:

¿Que el liderazgo es sólo para directivos o gerentes? Nada de eso; también a ti te corresponde serlo en la medida de tus posibilidades. Recuerda, ser director de Recursos Humanos te convierte en alguien con una perspectiva amplia y en un motor de cambio para el personal de la empresa. Debes tener confianza en tus planes y decisiones y saber transmitirlos a los demás.
 
 
 

Tipos de liderazgo que encajan con el nuevo paradigma laboral

Según John Maxwell, experto en Liderazgo, escritor, coach y conferencista, el liderazgo representa la facultad de mejorar a las personas en un área específica, a través de la guía y orientación de un líder que tenga la capacidad de influencia para animarlas a mejorar sus aptitudes y capacidades.

Siguiendo esta definición, hemos dejado de llamar "líderes" a personas con cierta jerarquía o rango de superioridad más bien entendidos como los tradicionales "jefes" para pasar a considerar como líderes a esas personas que realmente se preocupan y trabajan por el bien común. Sin embargo, hay diferentes tipos de liderazgo que podrían encajar con este nuevo modelo de liderazgo que comentamos:

 

1. Liderazgo laissez-faire:

Es un método no autoritario donde el líder se preocupa porque los trabajadores adquieran la experiencia y motivación necesaria para ser autónomos en el desempeño de sus tareas. El líder solo interviene cuando es necesario y con la menor cantidad de control posible.
 

2. Liderazgo democrático:

El líder promueve el diálogo para tener en cuenta todos los puntos de vista en la toma de decisiones. También se llama "liderazgo participativo" ya que el líder se esfuerza por crear entusiasmo entre los trabajadores al priorizar la participación de todo el grupo.
 

3. Liderazgo transformacional:

Los líderes transformadores se comunican continuamente con el equipo para que todos los miembros estén alineados con los objetivos a cumplir. Este tipo de liderazgo vela porque todos los trabajadores tengan un propósito claro con el que se sientan identificados. La finalidad aquí es generar una visión compartida y transversal acerca de lo que debe ser la empresa en la que todos trabajan.
 
 
 

Las 6 paradojas de Liderazgo de Blai Sheppard

  Los aspectos más importantes en esta nueva era se alinean bien con las seis paradojas de liderazgo descritas en el reciente libro de Blair Sheppard, ‘Ten Years to Midnight‘.
 
Probablemente, el propósito y los valores de la empresa nunca han sido tan importantes como hoy, en un mundo de cambios constantes y múltiples disrupciones.
 
 

1. Ejecutor estratégico

Los líderes que desean tener éxito en este entorno empresarial complejo y de ritmo rápido necesitan tener una visión clara sobre cómo será el nuevo mundo y cuál será el lugar de su empresa en él. Esto requiere líderes altamente estratégicos, visionarios, que puedan dar un paso atrás en su día a día para ver hacia dónde se dirige el mundo, comprender cómo se puede crear valor en el futuro y fijar una posición relevante para su empresa.
 
Ser un buen estratega, sin embargo, no es suficiente. Los líderes deben estar igualmente capacitados en la ejecución. Necesitan ser dueños de la transformación de la empresa, necesaria para alcanzar el futuro. Necesitan ser capaces de traducir la estrategia en pasos concretos y ejecutarla hasta el final. Deben ser capaces de tomar decisiones operativas rápidas que ayuden a encarar el camino hacia el futuro.

En muchos sentidos, el modelo digital de creación de valor puede requerir, incluso, una mayor capacidad de ejecución que en el pasado, dado que hay mucho que hacer para superar los límites de lo posible.

 

2. Héroe humilde

La era digital requiere de líderes-héroes, personas que estén dispuestas a tomar decisiones audaces (como abandonar unos negocios y acometer otros nuevos) en tiempos de incertidumbre.

Al mismo tiempo, los líderes necesitan tener la humildad de reconocer lo que no saben y para incorporar a personas que sí, con habilidades, antecedentes y capacidades potencialmente muy diferentes. Tienen que estar dispuestos a aprender de otros que pueden tener un liderazgo menor, pero ideas más relevantes. Necesitan ser altamente inclusivos y saber escuchar para entender no solo las nuevas tecnologías, sino también las nuevas formas de hacer las cosas.

 

3. Humanista y experto en tecnología

Mientras que en el pasado los líderes solían delegar los desafíos tecnológicos de la compañía en su director de tecnología (CIO) o en su director digital (CDO), ese enfoque ya no funciona. La tecnología se ha convertido en un facilitador esencial para casi todo lo que una empresa hace (innovación, gestión de productos, operaciones, ventas, servicio al cliente, finanzas o cualquier otra área…), y lo que el líder necesita es comprender qué puede hacer la tecnología por la compañía y cómo.
 
Al mismo tiempo, también necesitan entender a las personas y preocuparse por ellas. Es vital que comprendan cómo la tecnología afecta a nuestras vidas para ayudar a la gente a adaptarse a ella y a adoptar los muchos cambios que la tecnología impondrá. Esto significa involucrar a las personas con un gran grado de empatía y autenticidad, ayudándolas a aceptar los cambios, haciéndoles co-protagonistas de la transformación.
 
 

4. Innovador tradicional

Probablemente, el propósito y los valores de la empresa nunca han sido tan importantes como lo son hoy en día, en un mundo de cambios constantes y múltiples disrupciones.

En medio de la incertidumbre, tener un propósito y unos valores claros ayuda a guiar a las organizaciones en su camino hacia la creación de valor y a la relevancia. Los líderes empresariales, además de reimaginar el lugar de su empresa en el mundo, también necesitan ser claros sobre quiénes son como compañía. Deben ser claros sobre su razón de ser -su propósito y sus valores-, lo que les llevará a crear valor de una forma única, que involucre a otros en su ecosistema y les haga ser más relevantes en el futuro.

Al mismo tiempo, los líderes necesitan innovar y probar cosas nuevas, más rápido de lo que lo han hecho nunca antes. Necesitan tener la valentía de fracasar y permitir que otros también fracasen. Sin embargo, toda esta experimentación e innovación no debe quedarse fuera, sino que debe suceder dentro de límites que marca el propósito de la empresa.
 
 

5. Político, con mucha integridad

En un ecosistema donde las empresas, las instituciones y los individuos deben colaborar para crear valor, ser capaz de unir apoyos, negociar, conformar alianzas, y superar la resistencia son capacidades de liderazgo esenciales.
 
Los líderes necesitan comprometerse, ser flexibles y dar un paso atrás para poder avanzar dos pasos hacia adelante. Sin embargo, esta forma de operar sólo puede tener éxito si los líderes cuentan con la confianza y la integridad como base de todas sus acciones. La colaboración efectiva dentro de los ecosistemas sólo puede ocurrir cuando las partes involucradas pueden confiar unas en otras. Los clientes están dispuestos a compartir ideas y participar en estos ecosistemas solo cuando puedan confiar en cómo se utilizan y se tratan sus datos.

Y la integridad será clave para gestionar el aumento de la atención que van a tener las empresas por parte de los reguladores. En una economía basada en datos, la integridad y la confianza son condiciones esenciales. Estos son valores que no pueden venir de un ordenador: requieren de líderes humanos tomen decisiones, que se van a medir por los que hagan y por lo que digan.

 

6. Local con mentalidad global

La tecnología ha acabado con muchas fronteras y distancias: ahora es mucho más fácil llegar a los clientes y colaborar con personas que se encuentran al otro lado del mundo.
 
Casi por obligación, las empresas que operan en la era digital tienen que pensar globalmente, aunque solo sea para obtener acceso a los conocimientos y al talento que satisfagan sus necesidades locales. Esto requiere líderes que piensen y se comprometan con todo el mundo, que se expongan a nuevas ideas y trabajen con personas.

Al mismo tiempo, los líderes en la era digital también deben ser profundamente conscientes de la situación y de las preferencias de los clientes y de las comunidades locales en las que operan. Los clientes, los socios y las instituciones esperan que las empresas respondan a sus necesidades y los líderes, sin duda, tendrán que tener esta mentalidad local.

Si bien esta lista no pretende ser exhaustiva, creemos que es una buena guía para abrirse paso en la era que nos espera. La era digital y la magnitud de la transformación que se avecina requieren que los líderes se asienten en sus fortalezas y amplían sus miras para gestionar el complejo mundo en el que vivimos. Aquellos líderes que tengan la humildad, el coraje y el compromiso de reinventarse se convertirán en los ganadores de la era digital.

 
 

6 habilidades necesarias para ser un buen líder

Los trabajadores de hoy esperan que sus líderes sean un ejemplo a seguir, que lo que digan y lo que hagan tenga una coherencia total y que sean capaces de guiar desde el respeto, siempre pensando en cómo pueden realmente ayudar a los demás. Como ya decía Mandela, "necesitamos líderes que no estén enamorados del dinero, sino de la justicia, que no estén enamorados de la publicidad si no de la humanidad". ¿Qué habilidades deben tener estos líderes?
 

1. Mentalidad colaborativa

Los nuevos líderes deben llevar por bandera eso de que el todo es más que la suma de las partes. Deben ser conscientes de que el trabajo en equipo divide el esfuerzo y multiplica los resultados. Fomentar el trabajo en grupo y proporcionar las herramientas colaborativas para poder llevarlo a cabo con éxito debe ser uno de los principales objetivos de un buen líder.
 

2. Empatía, escucha y habilidades de comunicación

Identificar qué mueve a las personas, y entender lo que más y menos les motiva del trabajo que desempeñan, es una de las principales características que deben desarrollar los líderes de hoy. Saber escuchar al equipo, entender los diferentes puntos de vista y transmitir mensajes claros a cada uno de los miembros del grupo debe ser otra de las áreas en las que debemos poner foco si nos encargamos de liderar equipos.
 

3. Motivación

Un buen líder debe ser una persona motivada con el trabajo que desempeña. Si se pretende que un equipo desarrolle un proyecto con energía y entusiasmo, que consiga hacerlo así dependerá mucho de lo motivado que se encuentre el líder con ese proyecto y lo eficaz que sea transmitiendo esa motivación a los diferentes miembros de su equipo.
 

4. Capacidad de innovación y conocimiento tecnológico

Tras la transformación digital que se está produciendo en la mayoría de las empresas, no puede haber un líder que no esté familiarizado con las nuevas tecnologías y utilice las herramientas y posibilidades que ofrece el mundo digital para optimizar los procesos de trabajo en sus equipos.
 

5. Proyección de futuro

Un buen líder siempre debe mirar hacia adelante, estar continuamente identificando nuevas tendencias y oportunidades para garantizar siempre la evolución y el desarrollo de la empresa. De la misma manera, debe crear una cultura donde el pensamiento creativo y la innovación del equipo sean pilares clave en el modelo de trabajo.
 

6. Resiliencia

Quienes no puedan lidiar con la incertidumbre, adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias y sacarles partido para motivar a sus equipos de trabajo simplemente no podrán ser líderes en los momentos en los que vivimos. Un líder resiliente , ayudará a su equipo a mantener la fortaleza emocional y coraje que necesita para continuar dando lo mejor de sí ante las dificultades. “Lo más importante es que los miembros de tu equipo te quieran tanto como tú los quieres a ellos” , destacaba Rosa García en esta charla TED a la que todo buen líder debería prestar atención. Rosa García es matemática y directiva española, fue presidenta y consejera delegada de Siemens en España y en el siguiente vídeo nos cuenta cómo la inteligencia emocional es clave para tener éxito liderando equipos.
 
 
 
Luciana Psenda
Licenciada en Comunicación. Marketing & PR Manager de Bonda, plataforma de beneficios líder en LATAM.
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