El conocimiento (digital) es poder.

Pero en realidad estas nuevas herramientas pueden generar oportunidades y no pérdidas. La clave se encuentra en la información y la capacitación. La alfabetización digital es, entonces, fundamental en esta era virtual.

Se trata de contar con la capacidad de acceder, gestionar, comprender, integrar, comunicar, evaluar y crear mediante la utilización segura y pertinente de las tecnologías digitales para el empleo o las iniciativas empresariales. Según la Unesco, un derecho básico en un mundo virtual como el que nos rodea.

En este sentido, pienso que los líderes empresariales tenemos hoy la importante misión de promover espacios para que nuestro talento incorpore estos nuevos conocimientos y se adapte, a medida que el ecosistema digital continúa evolucionando. Procesos conocidos como upskilling (perfeccionamiento) y reskilling (recapacitación).

Una forma fácil de hacerlo es a través de workshops y talleres. Las empresas pueden generar alianzas con universidades y proveedores de capacitaciones, y promover encuentros para la formación en materias como data analytics (análisis de datos).

Las plataformas digitales son un gran aliado en esta misión, ya que permiten agilizar la organización de estos encuentros para las áreas de recursos humanos. A su vez, facilitan el acceso de los colaboradores a estos talleres a través del formato virtual.

Un reciente estudio de la consultora Morning Consult reveló que el 72% de los líderes empresariales argentinos apoyan estas iniciativas de capacitación. En especial con foco en upskilling de habilidades en tecnologías de la información y la comunicación (47%), habilidades técnicas (34%) e innovación (28%), entre otras.

En definitiva, no se trata de preguntarnos si la tecnología representa un peligro para el mundo laboral o no, sino de aceptar que estas nuevas herramientas llegaron para generar un cambio. De nosotros depende tomarlas y aprender cómo utilizarlas para el máximo provecho en nuestras tareas diarias.

Aquellas personas que sepan utilizar la tecnología tendrán a su alcance el poder de automatizar o de acelerar procesos repetitivos y manuales, y pasarán así a contar con más tiempo para dedicarse a tareas estratégicas, mejorar procesos o ser más creativos.

Cuando no estamos haciendo siempre lo mismo, damos lugar a que lleguen nuevas ideas que traerán más y mejores resultados.